Ansiedad postparto

La ansiedad que se puede producir tras el parto es un proceso que puede surgir en las semanas posteriores de dar a luz. Los datos indican que aproximadamente un tercio de las nuevas madres experimentan este tipo de preocupación, aunque dependiendo la fuente la incidencia habitual suele situarse en cifras del 10 a 15%.

Esta ansiedad se suele presenta como una combinación de profunda preocupación y de un miedo a que puedan ocurrir algunos incidentes negativos en su vida o en la de su bebé. Os explicamos los síntomas y posibles formas de tratamiento.

Síntomas

Muchas madres primerizas suelen experimentar sentimientos de ansiedad durante las semanas iniciales después de dar a luz. Por lo general, estas emociones, sensaciones suelen disminuir a medida que avanza la crianza del bebé y con los meses se pueden ir difuminando dichas sensaciones.

Sin embargo, en un porcentaje, estas preocupaciones pueden llegar a volverse incontrolables y apoderarse de su vida diaria de la madre, afectando al sueño, las relaciones y sobre todo a la vinculación con el bebé y con el entorno familiar.

La ansiedad posparto, como hemos mencionado afecta a un medio del 10 al 15% de la población, los síntomas suelen aparecer en torno a las dos semanas del tras el parto y se prolonga hasta el año, después del nacimiento, aproximadamente.

Aunque la preocupación tras el parto es algo normal después del nacimiento, cuando se instaura la preocupación excesiva, se puede convertir en un obstáculo para el funcionamiento diario de la madre e incluso conducir a síntomas físicos, tensión muscular o insomnio persistente.

Causas

Las causas pueden múltiples, ya que la llegada del bebé puede ser un momento emocionante, pero también puede ser algo que nos descuadre y que nos lleve a situaciones nuevas y abrumadoras. Muchos padres primerizos experimentan sentimientos de preocupación y ansiedad durante las semanas iniciales después del parto, ya que no saben cómo afrontar ciertos sucesos vitales, síntomas o procesos del crecimiento del bebé lo que lleva a preocupaciones y rumiaciones por el bien estar del bebé. Si estas preocupaciones son excesivas o interfieren con las actividades diarias, es posible que deba ver a un profesional para que le pueda valorar y aconsejar sobre la evolución del bebé.

Los cambios hormonales durante el posparto también pueden causar la ansiedad postparto, pero otros factores como un historial de pérdida de embarazo o una experiencia de nacimiento desagradable también pueden contribuir a su instauración. Si usted o alguien cercano a usted se ha sentido ansioso o deprimido después del parto, realice una consulta para ser evaluado y conocer su estado de psicológico.

Tratamiento

La ansiedad postparto, suele afectar a muchas áreas vitales, lo que implica una valoración global de la persona, para que se le pueda ofrecer un plan de trabajo ya sea por medio de la psicoterapia, que incluya un plan de tratamiento adecuado, con le objetivo de reducir los síntomas y que la persona pueda sentirse a gusto y disfrutar de su vida con su pareja y bebé a fondo.

La terapia de cognitivo conductual es a menudo el tratamiento más adecuado para la ansiedad posparto, pero en algunas ocasiones también pueden requerir medicamentos, mientras dure el tratamiento. También se suele recomendar aplicar técnicas de relajación para que la madre aprenda calmarse ella misma,

Prevención

El embarazo y la maternidad son considerados como un tiempo de transición, lo que puede hacer que se sienta ansioso o preocupado. Es normal experimentar estas emociones durante los tiempos explicados anteriormente, pero si la preocupación o la ansiedad se vuelven más frecuentes, podría requerir asistencia profesional. Su psicólogo puede ayudarle a ver cómo se siente y ayudarle a encontrar el tratamiento adecuado.

Si percibe que su preocupación aumenta durante el embarazo puede realizar una consulta antes de que el embarazo se produzca y abordar los síntomas de una manera adecuada antes de que se produzcan y además poder hablar y gestionar sus pensamientos antes de que se conviertan en un problema.

También puede ser beneficioso hablar con su cónyuge, amigos o familiares sobre cómo se siente. Probablemente hayan experimentado cosas similares y puedan ofrecerle un apoyo con el que no contaba.

Aunque suene como una frese recurrente, lo mejor es que tenga paciencia para ajustarse al proceso psicológico y pida ayuda para que la ansiedad no vaya en aumento.

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